Entrega de materiales después del sismo del 19 de septiembre.

Si bien los temblores son de índole natural y México se encuentra en una zona sísmica el hecho de que esto vuelva a suceder un 19 de septiembre nos debe llevar a recapacitar un poco en si Dios quiere decirnos algo, si estamos haciendo bien las cosas o nos estamos apartando cada quien por nuestro camino.

En La Biblia podemos encontrar muchas circunstancias que Dios utilizo para que sus hijos se acercaran a Él y recapacitaran. Hoy México está viviendo un desastre natural y después de esto es evidente que nuestro México necesita ser sanado, no le busquemos mangas al chaleco (juicios y señales sucederán, están profetizadas y están en manos de Dios no de nosotros) hoy es tiempo de RECAPACITAR Y BUSCAR A DIOS, Él nos escuchará y sanará nuestro pueblo.

Para Enviando Vida este evento fue impactante ya que nos tocó vivirlo en la zona de desastre, hubo edificios que cayeron frente a nosotros y pudimos ver de cerca el sufrimiento de muchos de nuestros conocidos ante este desastre, la ayuda para recoger escombros, alimentos y  víveres pronto llego, definitivamente no hacía falta más ayuda de esta clase.

Era momento de compartir la palabra de Dios con aquellos que habían perdido a seres queridos, perdido sus hogares y pertenecías, y que mejor para dar consuelo que la palabra de Dios, poder orar junto con ellos y ponerlos en manos de Dios y a los pequeñitos poder entregarles nuestros materiales, jugar con ellos y también compartirles la palabra de Dios, enseñarles que en esos momentos de angustia podemos recurrir a Dios para que nos cuide. Gracias a Dios nos abrieron las puertas en los albergues del Centro Universitario México (CUM) y en la Delegación Benito Juárez donde también tuvimos oportunidad de orar por los brigadistas y personal que daba apoyo para que Dios les reconfortara y diera fuerzas.

¡VAMOS MÉXICO SALDREMOS DE ESTA, BUSQUEMOS A DIOS!

Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanare su tierra. (2 Crónicas 7:14)