Dependencia, sabiduría, finanzas y necedad.

Por Liliana Gutiérrez de Enviando Vida.

"En casa del sabio hay riquezas y perfumes, pero el necio gasta todo lo que tiene". (Proverbios 21:20 DHH)

El versículo en cuestión habla de las finanzas, sin embargo es importante analizar el capítulo completo ya que este tiene un gran énfasis en las actitudes. Salomón nos enseña a tener actitudes correctas; ante Dios, ante nuestros recursos materiales y ante nuestro prójimo, lo cual es muy importante al hablar de las finanzas pues estas involucran nuestras actitudes y si no las tenemos bien claras, pronto nos podemos perder en el camino.

 

Del versículo 1 al 4 del capítulo 21, Salomón nos enseña que el verdadero soberano es Dios. Dios gobierna y está en control. Dios puede transformar corazones, no solo de reyes sino también el tuyo, el mío y el de todos. Lo que busca Dios es obrar en nuestro corazón, reconocer que vivo en un mundo donde Dios gobierna y no yo, nos ayudara a tener un corazón correcto ante las finanzas, además eso le agrada más a Dios, nuestra obediencia. Aprende a dejar que en tu vida Dios sea quien pese tu corazón porque “Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; pero Jehová pesa los corazones” Pr 21:2. No caigamos en el orgullo donde digas Yo gobierno mi vida, Yo decido que está bien y que está mal, y Yo decido sobre mis finanzas. Aprendamos a tener una actitud correcta ante Dios reconociéndolo en todo y poniéndolo en primer lugar.

 

Del versículo 5 al 8 nos encontramos con las actitudes ante las riquezas: en estos versículos revisamos las actitudes que tienen tanto el sabio como el impío ante los bienes materiales. “Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.” Pr 21:5 vemos un contraste entre la prisa de volverse rico y su afán de solo acumular riquezas del necio; en cambio el diligente planea, este no se apresura, el esfuerzo vale, el tiempo vale, trabaja bien, es honesto. Mientras el impío solo le importa tener, y no le importa cuales sean los medios para obtener el dinero, ocupa artimañas del fraude y lengua mentirosa, es como si persiguiesen al viento y perecen en el proceso. La rapiña de los impíos los destruirá, el camino del hombre perverso es torcido y aun cuando tuvieron éxito en esta vida terminan muy mal, pero la obra del puro es recta.

 

Del versículo 9 al 14 las actitudes ante el prójimo: En el versículo 13 que a la letra dice: “El que cierra su oído al clamor del pobre, también él clamará y no será oído”. El sabio aprende con una amonestación, el sabio solo necesita una conversación, una observación, el sabio no espera que haya consecuencias para aprender porque está dispuesto a recibir un consejo, el sabio no necesita ser castigado, aprende por la mera instrucción. Necesitamos una actitud correcta ante los impíos que prosperan, porque luego pones tus ojos en esas situaciones y pareciera que todo ha sido en vano porque los impíos prosperan y no tienen temor de Dios. La prosperidad que se consigue viviendo una vida contraria a Dios, es un sueño, no es real, no es duradero. Recuerda que esta vida no es todo lo que da, asegúrate de tener tu corazón del lado correcto y asegura tu vida eterna.

 

Vemos un ejemplo claro en la Biblia acerca del dinero y de nuestras actitudes ante el prójimo en Lucas 16:19-31 es la historia del rico y Lázaro donde claro vemos el resultado de nuestra vida, de nuestro comportamiento y tendremos graves consecuencias, al rico le importaba muy poco la situación desesperada de Lázaro el mendigo que estaba a su puerta y ansiaba saciar su hambre. Es claro que El rico no tenía una actitud correcta hacia el prójimo y menos con sus finanzas. Después de la muerte, el hombre rico clamo pidiendo ayuda, pero su petición agonizante quedo sin respuesta. No esperemos a llegar a la muerte y arrepentirnos de nuestras actitudes, en vida tengamos los oídos bien atentos al clamor del otro, incluyendo nuestras finanzas.

 

Del versículo 15 al 31 hay una generalidad de lo que veníamos estudiando… Sin embargo estos versículos nos enseñan que cuando el hombre se aparta del camino de la sabiduría yace en la compañía de los muertos, cuando damos toda la satisfacción y realización que prometen el deleite y los lujos, en lugar de enriquecernos solo sirven para empobrecer al hombre y le reducen también la pobreza espiritual, vemos que el impío es castigado para que los rectos sean librados.

 

Y llegamos al versículo que queremos estudiar: En casa del sabio hay riquezas y perfumes, pero el necio gasta todo lo que tiene (Proverbios 21:20 DHH) Este texto define la condición de un hombre sabio y de un hombre necio. Esto representa las riquezas y bendiciones que Dios nos da cuando hacemos su voluntad y vivimos sabiamente. Por otro lado el hombre necio todo lo disipa, viven sin propósito, sin un sendero claro, sin orden, sin sabiduría, mal utilizan todo lo que Dios les ha dado y nada les satisface.

 

Reconocer que vivimos en un mundo donde Dios es el que gobierna más no nosotros, nos llevaría a una vida sin tantas complicaciones, reconociendo que Dios es el dueño de todo y que nosotros debemos de ser diligentes con lo que Él ya nos dio, porque nosotros muy a menudo nos equivocamos y Dios No. Lo vemos en proverbios 21:5 “Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia, mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.” Los pensamientos del diligente de seguro van al triunfo, planea con diligencia y verás buenos resultados, pero si te apresuras, tus pasos seguramente se dirigirán a la pobreza. Mejor se diligente, piensa, no amontones riqueza porque es como aliento fugaz. “Amontonar tesoros con lengua mentirosa es aliento fugaz de aquellos que buscan la muerte.” Pr 21:6

 

Porque gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento, nada hemos traído a este mundo y sin duda nada podremos sacar. Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación, en lazo y en muchas codicias necias que hunden a los hombres en perversión, se extravían de la fe, más el proceder del justo permanece recto.

 

Una persona sabia sabe administrar sus cosas, una persona necia gasta todo lo que tiene.

 

A veces estamos en aprietos económicos y en algunos casos no es una prueba, es que solo hemos hecho mal uso de nuestras finanzas, mejor revisa como estas usando tus recursos. Tu dinero no es tu dinero, vivimos en un mundo de Dios. Entendiendo eso, te pregunto ¿Gastas tu dinero como propietario o gastas tu dinero como administrador?

 

2 corintios 9-8 dice: Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.

 

Mateo 6-33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

 

Tener una actitud correcta ante Dios, nos ayudará a que todo lo demás sea bueno. Lo sabio es gastar la vida en hacer tesoros celestiales. Esto significa tener en orden tus prioridades. Vemos claro el contraste entre la casa del sabio donde hay abundancia de toda cosa buena, y la casa del insensato donde el pecado, el desperdicio y la extravagancia conducen a la escasez. No confíes en las riquezas. No confíes en tu propia gloria, confía en Dios y a Él sea la gloria.

 

En resumen podemos notar que el hombre sabio estaba plenamente consciente de que lo espiritual es más importante que lo material y fiel a este principio, si lo cumplimos, no será extraño que Dios nos permita vivir cómodamente. Donde no faltará alimento, donde no faltará aceite, donde no faltará vestido, donde no faltarán facilidades para vivir en este mundo. Esta fue la experiencia del hombre sabio en Proverbios. En cambio, el hombre necio o insensato, el que solamente vive para lo material, el que solamente se hace tesoros en la tierra, encontrará muy pronto que todo su esfuerzo ha sido inútil. No vale la pena gastar la vida en lo material descuidando lo espiritual.

 

Nuestros corazones buscan constantemente seguridad, satisfacción, no necesariamente son cosas malas, pero sin Dios nos convertimos en insensatos, buscamos en el trabajo, en el poder, en la influencia, en el dinero, en el sexo, en los amigos, en la idolatría, en nosotros mismos y en los lugares incorrectos esa seguridad, la cual solo Dios puede brindarnos, si lo buscamos en otro lugar nos hacemos dioses falsos y al participar de esos dioses falsos alimentamos el orgullo y nos corrompen.

 

Mejor aprendamos a organizar nuestras finanzas cuando menos 10% para Dios, 10% para ahorrar y con el 80% aprendamos a vivir. Sé un buen administrador, nunca gastes más de lo que tienes o recibes, es más inteligente posponer una compra que tal vez ni siquiera necesites, a vivir mañana preocupado de cómo vas a pagarlo. Seamos buenos administradores de nuestros recursos, ahorremos y vivamos sabiamente. Alejémonos del consumismo y del derroche, que no nos dejará nada bueno.

 

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